Descripción
Después de que su abuela muere, la autora regresa a la casa familiar que ha quedado abandonada y comienza a habitarla. A través de una narración fragmentada va reconociendo el espacio físico y dejando registro de lo que ve y lo que recuerda. La memoria, así, comienza a crear fantasmas, a relacionarse con ellos, a aceptarlos como compañeros de hogar.
En paralelo, la casa se va haciendo agua. «Antes de que el agua arrastre todo, antes de que la casa se vuelva mar, quiero ver la luz por los agujeros de las cortinas, bailar en la alfombra», escribe Laura Bianchi, asombrada frente al fenómeno. Las paredes y los techos se pueblan de galaxias de manchas y hongos, incluso su propio cuerpos también se vuelve permeable todo ese agua que no es otra que la de la disolución de los cuerpos queridos.
La autora
Laura Bianchi (Montevideo, 1989) es militante de la memoria circular. Escribe diarios desde antes de saber escribir. Un viaje sin tiempo por Latinoamérica le dio la oportunidad de nombrarse puente y así empezar a tejer redes con sus intereses, experiencias y otras mujeres que la potencian y la hacen sentirse menos sola. Las tormentas son su mejor augurio y las flores violetas, el camino.
Adela (propietario verificado) –
Es un libro para leer con calma, la narración de la autora en un momento de duelo es realmente tierno y es muy fácil empatizar cuando has pasado por duelos similares. Es un libro reconfortante.